Son tus lágrimas mi pesar, devastadora tormenta sentimental, humana expresión, delirio continuo, errante destino.
Son tus celos el destello de pasiones prohibidas, de confianzas derruidas, de iras contenidas y el inquieto péndulo de dudas, que en el ir y venir cual olas del mar hunde en las profundidades lo que fue, lo que es y quizá lo que será, a lo cual me aferro tercamente, para desconocer el destino.
Es tu futuro junto a mí, grata obsesión, divina preocupación, vital necesidad y absoluta prioridad. Desconozco tus deseos, siempre indomables y en continuo jaleo, a la espera yo me encuentro de sumarte a lo nuestro, de alejarte del resto y escapar como muertos hacia el refugio eterno, alejados de nosotros, lo que fuimos, lo imperfectamente humano y encontrarnos en lo perfectamente nuestro, a un paso del cielo, a dos del infierno, a las puertas de un sueño infinito. Una esencia, una vida, una creación.
Son tus celos el destello de pasiones prohibidas, de confianzas derruidas, de iras contenidas y el inquieto péndulo de dudas, que en el ir y venir cual olas del mar hunde en las profundidades lo que fue, lo que es y quizá lo que será, a lo cual me aferro tercamente, para desconocer el destino.
Es tu futuro junto a mí, grata obsesión, divina preocupación, vital necesidad y absoluta prioridad. Desconozco tus deseos, siempre indomables y en continuo jaleo, a la espera yo me encuentro de sumarte a lo nuestro, de alejarte del resto y escapar como muertos hacia el refugio eterno, alejados de nosotros, lo que fuimos, lo imperfectamente humano y encontrarnos en lo perfectamente nuestro, a un paso del cielo, a dos del infierno, a las puertas de un sueño infinito. Una esencia, una vida, una creación.
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© 2009 Derechos Reservados - Luis Palacios
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